DIOS TIENE UN PROPÓSITO PARA NUESTRAS VIDAS...
Sabemos, o, por lo menos, intuímos, que no vinimos al mundo por una casualidad, sino que, sea cual haya sido nuestro origen, estamos para cumplir el Plan de Dios. No sabemos cuál será nuestro aporte y vivimos a nuestro aire. Pero "cuando escuches Su Voz, no cierres los oídos" Salmo 138: 8
CUÁN GRANDE ES ÉL
20 de octubre de 2013
3 de octubre de 2013
DISCIPULADO Y CRECIMIENTO ESPIRITUAL DE LOS CREYENTES
El crecimiento espiritual de los creyentes debe ser la meta de cualquier iglesia. Tenemos que alcanzar a los incrédulos y presentarles a Cristo, pero el objetivo final, de acuerdo con el mandato de Jesús. es hacer discípulos. Si queremos saber si estamos siendo exitosos como iglesia, tenemos que de alguna manera " contar " nuestro éxito en hacer discípulos.
Sin embargo, el crecimiento espiritual es un tema difícil y puede ser difícil de medir, ya que una iglesia puede ofrecer los mismos ministerios y la atención al mismo grupo de personas y llegar a tener extremadamente diferentes resultados.
En este momento hay gente en mi iglesia en 3 etapas del crecimiento espiritual:
Los que necesitan madurar y no están madurando.
Los que necesitan madurar y se han estancado.
Los que necesitan madurar y están madurando.
Quizá lo mismo puede decirse de su iglesia. Nos regocijamos en el último. Todos tenemos que madurar. Nos encanta cuando sucede. Si no tenemos cuidado, sin embargo, puede ser que los dos primeros grupos de personas que nos desalienten y nos hacen creer que no estamos haciendo lo que Dios nos ha llamado a hacer como iglesia.
¿Cómo podemos saber que estamos haciendo crecer espiritualmente a las personas?
Aquí hay 5 principios para entender el proceso de crecimiento espiritual:
El crecimiento es posible.
Cada creyente tiene la oportunidad y la posibilidad de experimentar un crecimiento espiritual.
Dios quiere que todos los creyentes maduren. No se quede fuera de ese plan. Si alguien no está creciendo espiritualmente, hay una razón. O no han sido discipulados o que no han respondido a las oportunidades que se les ha dado para crecer, pero existen oportunidades para todos los creyentes.
Las personas son responsables de su crecimiento espiritual.
Yo soy responsable de dirigir una iglesia que los anima, instruye y enseña, pero en última instancia, el creyente tiene la responsabilidad de su propio crecimiento. Ése es un principio de liberación, porque me mantiene responsable de lo que puedo hacer, pero me libera de la carga de lo que no puedo hacer. Puedo crear ambientes que ayudan a las personas a crecer, pero no puedo hacer que crezcan.
El crecimiento ocurre mejor en comunidad.
El mejor crecimiento espiritual en mi vida y en la vida de otros que he observado se produce cuando las personas están en relaciones comprometidas, sanas e intencionales con otros creyentes que desean madurar. Los discípulos hacen discípulos. Era el método que Jesús usó para crear discípulos. Él pasó tiempo con los discípulos. En la medida de lo que puedo, tengo que ayudar a las personas que quieren crecer espiritualmente a pasar tiempo con otras personas que quieren crecer y están creciendo espiritualmente.
Entonces les puedo dar herramientas a utilizar.
El desarrollo de la voluntad de una persona para el crecimiento espiritual es la clave. Cuando una persona se emociona por su caminar personal con Cristo, va a querer llegar a conocer mejor a Cristo. Cuanto más se conoce a Cristo, más se quiere ser como él.
Cuantas más personas quieren ser como Cristo, más probable será que se apropie de su crecimiento espiritual. Así que motivar a la gente para el deseo de crecer se convierte en un elemento clave en el discipulado. Esto se puede hacer mediante el intercambio de historias de otras personas que han crecido, ayudando a la gente a entender su potencial, o continuamente echando la visión para el crecimiento espiritual y madurez, pero la creación de un deseo de crecer se convierte en un objetivo clave en hacer discípulos.
La meta del maestro / líder del crecimiento espiritual debe ser permitir a las personas lograr el crecimiento espiritual.
Saber que las personas son responsables de su crecimiento, y que sólo puedo crear entornos en los que mejor pueden suceder, ayuda a dar forma donde paso mis esfuerzos en el discipulado. Nuestra meta como líderes espirituales debe presentar a la gente a Cristo y el Espíritu de Dios, enseñarles las verdades de la fe, y luego ponerlos en libertad para servir, madurar y crecer en su vida espiritual.
Por favor entienda que esto no es una fórmula y sus principios no son inexpugnables. Creo, sin embargo, que la comprensión de estos principios puede ayudarnos a ver el proceso del discipulado como algo factible, incluso " medible ", si nos esforzamos continuamente para crear ambientes propicios para el crecimiento espiritual de ocurrir.
18 de septiembre de 2013
CUANDO SIENTAS QUE DIOS SE HA OLVIDADO DE TI
http://cvclavoz.com/blog-cvc/e-book-gratis-cuando-parece-que-dios-se-ha-olvidado-de-mi/
¿Sientes que tus oraciones rebotan en el techo? ¿Te sientes frustrado porque parece que Dios estuviese distante o no le importa lo que te pasa? ¿Estás cansado de esperar y suplicar? Todos en alguna ocasión u otra hemos sentido a Dios lejos. Sin embargo, su proximidad a nosotros no depende de si lo sentimos o no. Como puedes ver, comprender el sentido de Dios durante esos momentos es vital para nuestra vida espiritual.
Descubre por qué Dios nos hace esperar y cómo evitar que nuestra fe se debilite.
¡Descarga este e-book totalmente gratis!
12 de septiembre de 2013
SI ERES CRISTIANO, DEJA QUE LOS OTROS VEAN LA ACTITUD DE JESÚS EN TI
"El semáforo se puso amarillo justo cuando él iba a cruzar en su automóvil y, como era de esperar, hizo lo correcto: se detuvo en la línea de Paso para Los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección. La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección… y para colmo, se Le cayó el celular y se Le regó el maquillaje.
En medio de su pataleta, oyó que alguien Le tocaba el cristal del lado. Allí, parado junto a Ella, estaba un policía mirándola muy seriamente. El oficial Le ordenó salir de su coche con Las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, Le tomaron fotos, Las huellas dactilares y la pusieron en una celda.
Después de un par de horas, un policía se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales:
– “Señora, lamento mucho este error”, Le explicó el policía.
“Le mandé a bajar mientras usted se encontraba tocando bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté que de su retrovisor cuelga un Rosario, su carro tiene en su bumper un sticker que dice ‘¿Qué haría Jesús en Mi lugar?’, su tablilla tiene un borde que dice ‘Yo escojo la Vida’, otro sticker que dice ‘Sígueme el Domingo a la Iglesia’ y, finalmente, el emblema cristiano del pez. Como es de esperarse, supuse que el auto era robado.”
Esta simpática historia muestra la importancia de ser coherentes entre lo que creemos y lo que hacemos. Para ser cristiano no basta con ir a la Iglesia Los domingos o leer la Biblia de vez en cuando, porque el cristianismo es un estilo de vida: el estilo de vida de Jesús…
Así que la próxima vez que vayas en el auto, o de compras al supermercado, o te encuentres atendiendo algún cliente, recuerda que el mundo te está mirando y espera ver a Jesús en ti.
(Tomado de facebook)
21 de agosto de 2013
ORACIÓN PARA PEDIR ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL
“.ÉL CONOCE MI CAMINO.” (Job 23:10)
¿Estás pasando por una situación que no sabes cómo enfrentar? ¿Estás recibiendo opiniones y consejos de diversas personas que son contradictorios? ¿Tienes miedo de equivocarte en tu decisión? Si te identificas con algo de lo anterior, estás en un momento en el que Dios quiere hablarte. He aquí una oración que puedes hacer en este día:
‘Señor, tu Palabra dice que eres el “único y sabio Dios” y necesito desesperadamente tu ayuda en estos momentos. Me encuentro en una situación que la sabiduría humana no puede explicar ni la capacidad humana puede resolver. No hay más que una salida ¡y es a través de Ti!
Envía tu Espíritu de sabiduría y revélame por dónde debo ir. Envía tu Espíritu de revelación para que me ayude a entender lo que yo no capto, porque nadie, excepto Tú puede sacarme de esto. Ayúdame a obedecerte fielmente en todo lo que me muestres que debo hacer y a recordar que a veces la sabiduría de este mundo es locura delante de tus ojos. Ayúdame a diferenciar entre el consejo humano y el consejo divino y a escoger tu camino.
Te entrego esta situación y me comprometo a seguirte, sabiendo que has prometido guiar mis pasos. Ayúdame a caminar este sendero puesta mi confianza en Ti, con la valentía que se desprende de saber que soy tuyo. Ayúdame a no transigir en mis convicciones y al mismo tiempo a amar a los que no me entienden. Aleja de mí el enojo y acércame a Ti. Aunque esté subiendo una cuesta muy pronunciada, tómame de la mano, ilumina mi camino y ayúdame a seguir adelante, con la seguridad de que al final todas las cosas redundarán para mi bien para Tu gloria. En el nombre de Jesucristo. Amén.’
¿Estás pasando por una situación que no sabes cómo enfrentar? ¿Estás recibiendo opiniones y consejos de diversas personas que son contradictorios? ¿Tienes miedo de equivocarte en tu decisión? Si te identificas con algo de lo anterior, estás en un momento en el que Dios quiere hablarte. He aquí una oración que puedes hacer en este día:
‘Señor, tu Palabra dice que eres el “único y sabio Dios” y necesito desesperadamente tu ayuda en estos momentos. Me encuentro en una situación que la sabiduría humana no puede explicar ni la capacidad humana puede resolver. No hay más que una salida ¡y es a través de Ti!
Envía tu Espíritu de sabiduría y revélame por dónde debo ir. Envía tu Espíritu de revelación para que me ayude a entender lo que yo no capto, porque nadie, excepto Tú puede sacarme de esto. Ayúdame a obedecerte fielmente en todo lo que me muestres que debo hacer y a recordar que a veces la sabiduría de este mundo es locura delante de tus ojos. Ayúdame a diferenciar entre el consejo humano y el consejo divino y a escoger tu camino.
Te entrego esta situación y me comprometo a seguirte, sabiendo que has prometido guiar mis pasos. Ayúdame a caminar este sendero puesta mi confianza en Ti, con la valentía que se desprende de saber que soy tuyo. Ayúdame a no transigir en mis convicciones y al mismo tiempo a amar a los que no me entienden. Aleja de mí el enojo y acércame a Ti. Aunque esté subiendo una cuesta muy pronunciada, tómame de la mano, ilumina mi camino y ayúdame a seguir adelante, con la seguridad de que al final todas las cosas redundarán para mi bien para Tu gloria. En el nombre de Jesucristo. Amén.’
5 de agosto de 2013
31 de julio de 2013
LA PROTECCIÓN DE DIOS
Versículos Bíblicos Sobre la protección basados en el poder de Dios
Mateo 16:18 Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Juan 19:11 Jesús le respondió: “No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te fuese dada de arriba. Por lo tanto, el que me entregó a ti tiene mayor pecado “.
2 Tesalonicenses 3:3 Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
1 Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el poder del maligno.
1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Apocalipsis 12:09 Y el gran dragón fue arrojado, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero que él fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
2 Samuel 22:3-4 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.
22:4 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mi enemigos.
Versículos Bíblicos que nos muestran que Dios nunca nos deja
Mateo 28:18-20 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Lucas 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
Versículos sobre la protección contra el mal
Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, yo te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 54:17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
Salmo 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Salmo 91:1-3 El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. decire al Señor: “Mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en quien confío.” Porque él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.
Salmo 121:7-8 El Señor te guardará de todo mal, él guarda tu vida. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
2 Timoteo 4:18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amen.
Versículos de la Biblia sobre la protección
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, para aquellos que son llamados conforme a su propósito.
Efesios 1:11 En él hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
Daniel 12:1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.
1 Juan 5:18 Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no sigue pecando, sino aquel que nació de Dios lo protege, y el maligno no le toca.
Salmo 138:7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,Y me salvará tu diestra.
No siempre sabemos cómo Dios nos protege, pero sabemos que Él es bueno. Alabemosle en todo tiempo por su amor y cuidado.
21 de julio de 2013
PRESENTANDO LA BIBLIA
El esqueleto humano proporciona el soporte estructural para cada parte del cuerpo. Protege el cerebro y el corazón y da estabilidad al estar de pie y para correr. La Palabra de Dios hace lo mismo para nuestras almas: protege nuestra mente y nuestro corazón, y nos da la fuerza para pararnos, caminar y correr con Dios.
La Biblia está formada por sesenta y seis libros. Es una colección de historia, poesía, cartas y relatos hechos por personas de las cuales podemos aprender unas valiosas lecciones. Es el más importantes de los medios para que aprenda quién es Dios, cómo quiere Él que usted viva, y cómo lo quiere ayudar.
Yo no vi siempre la Biblia como esta clase de compañía. Antes de entregarle mi vida a Jesús, la hallaba confusa; hasta misteriosa. Parte del problema estaba en que trataba de leerla como quien lee cualquier otro libro, desde la primera página. Muy pronto me quedaba estancado y la dejaba de lado.
Después que me convertí en creyente, la Biblia comenzó a adquirir vida. Empecé la lectura por uno de los cuatro evangelios que están en el Nuevo Testamento, siguiendo el consejo de un amigo, y descubrí allí un maravilloso recuento de la vida de Jesús. Lo hallé muy real; muy transparente. Sentí que aquello que estaba leyendo estaba produciendo esperanza en mí. Descubrí unas lecciones que se aplicaban a la situación en la que yo me hallaba en esos momentos. De hecho, era frecuente que aquello que leía cada mañana tuviera una aplicación directa a los sucesos que se producían ese mismo día. Recuerdo haber dicho en más de una ocasión: “¡Esto es asombroso!”
Si usted tiene una Biblia, magnífico. Si no, puede encontrar una en línea en www.biblegateway.com. Le sugiero que comience por el evangelio de Lucas. Lea un poco cada día. Mientras lee, deje que esas palabras le hablen, le traigan alguna idea fresca, alguna verdad nueva. Saboree lo que Dios le dice por medio de su palabra, dándole vueltas en la mente, permitiendo que se convierta en una fuente esencial de vida. (Aunque hay algunas cosas que pueden parecer confusas, recuerde que todo lo que hay en la Biblia se encuentra allí con un propósito).
Otra buena práctica sería buscar las citas bíblicas que menciono en este estudio. Esto lo ayudará a familiarizarse con el recorrido por toda la Biblia, y a ver el contexto concreto de uno o varios versículos determinados. (En estos treinta días de estudio, he usado en español la versión Reina-Valera de 1960, a menos que indique otra cosa —como NVI para la Nueva Versión Internacional—, pero siéntase libre de hallar una versión que sea la adecuada para usted).
Como seguramente sabrá, en los proyectos de construcción de todo tipo, los cimientos son críticos. Por ejemplo, en la edificación de un edificio nuevo que tenga un buen número de pisos, hay que hacer con sumo cuidado el trabajo tan “poco encantador” que se realiza por debajo del nivel del terreno. Los cimientos no son lugar para hacer recortes de ninguna clase, aunque dé la impresión de que esta fase de la construcción no se vaya a acabar nunca. En su momento, comienza sobre el nivel del suelo la actividad, y el edificio va tomando forma con gran rapidez. De igual manera, su vida nueva en Cristo debe ser edificada sobre unos cimientos sólidos. El mejor de todos los cimientos es la Biblia. Las situaciones cambian, y los amigos van y vienen. En cambio, la Biblia es “sólida como la roca”. Tome hoy la decisión de edificar sus cimientos sobre la palabra de Dios, convirtiéndola en compañera suya para toda la vida.
Texto bíblico clave
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros (Colosenses 3:16).
Pensamiento clave
La Biblia va más allá de ser un depósito para la palabra de Dios; es Dios mismo, hablándome directamente por medio de las palabras que leo. © JOHN D. BECKETT
14 de mayo de 2013
PRESÉNTATE ANTE DIOS DESDE TEMPRANO
Preséntate ante Dios desde temprano, entrégale todo y cuánto tengas que hacer, deja que él tome el control de tu día.
Salmo 84
1¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehovah de los Ejércitos!
2 Mi alma anhela y aun desea ardientemente los atrios de Jehovah. Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.
3 Hasta el pajarito halla una casa, y la golondrina un nido para sí, donde poner sus polluelos cerca de tus altares, oh Jehovah de los Ejércitos, ¡Rey mío y Dios mío!
4 ¡Bienaventurados los que habitan en tu casa! Continuamente te alabarán. (Selah)
5 ¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, y en cuyo corazón están tus caminos!
6 Cuando pasan por el valle de lágrimas, lo convierten en manantial. También la lluvia temprana lo cubre de bendición.
7 Irán de poder en poder, y verán a Dios en Sion.
8 Oh Jehovah Dios de los Ejércitos, oye mi oración. Escucha, oh Dios de Jacob. (Selah)
9 Mira, oh Dios, escudo nuestro; pon tu vista en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios, que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios, que habitar en moradas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es Jehovah Dios; gracia y gloria dará Jehovah. No privará del bien a los que andan en integridad.
12 Oh Jehovah de los Ejércitos, ¡bienaventurado el hombre que confía en ti!
www.renuevodeplenitud.com
7 de mayo de 2013
SIETE PASOS PARA ALCANZAR LA RESTAURACIÓN
Si queremos verdaderamente ser restaurados debemos dar pasos concretos y no solo esperar que el poder de lo sobrenatural de Dios actué en nosotros lo cual puede actuar sin duda, pero Dios quiere que nosotros seamos también parte de ese cambio que Dios va actuar en nosotros.
Primero debemos tratar con nosotros mismos: somos la parte más difícil del cambio, aunque tratemos de darle la culpa a otros, el problema está en nosotros. No podemos buscar responsables de las cosas que nos pasan siempre. Es tiempo que también digamos bueno, yo soy responsable también.
Segundo vivimos cómodamente en una vida de satisfacción propia, siendo el centro nosotros mismos de nuestro bienestar, igual que los bebes, ellos si tienen todo lo que necesitan están felices, en cuanto les falta algo se ponen a llorar. Así somos muchas veces y esto es muy malo, es como vivir en una isla y somos el centro de todo y todo gira a nuestro alrededor. Por lo que es imposible tomar una actitud de sacrificio y dejar de lado algo que no nos hace bien.
Tercero no confiamos en nadie es decir menospreciamos todo lo que no sea según nuestro pensamiento y muchas veces no nos damos cuenta que nuestra mente está limitada a ver ya que los sentimientos y las circunstancias nos nublan los ojos. Esto incluye a Dios en quien sólo vamos a confiar cuando nada de lo nuestro funcione. ¿Saben cómo se llama eso?… testarudez, desconocimiento, ignorancia.
A veces tomamos un cambio pero lo hacemos en el ámbito de nuestra mente decimos ¡si a partir de mañana voy a restaurar mi vida!, quiero esto y lo otro ,etc. Pero sólo hemos tomado esa decisión en nuestra mente y llevar esa decisión al ámbito de la realidad es por lo que no estamos dispuestos a pasar.
¿Quieres realmente ser restaurado? Si tu respuesta es si yo te mostraré hoy los 7 pasos para la restauración. Quiero asegurarte que si sigues paso a paso esto, meditando sobre ellos tú serás restaurado en un 100%, estoy seguro de esto y es más serás de bendición.
Debo aclarar que no es sencillo cada paso como parece, ya que es importante que no tomes esos pasos en el ámbito de tu mente sino que lo tomes también en el ámbito de los hechos y des los pasos necesarios y correctos para esto.
En los alcohólicos anónimos tienen ellos 12 pasos, si bien son muy útiles se diferencian de los nuestros que nosotros nos sometemos enteramente a la palabra de Dios en todo y esto es muy importante a la hora de tomarlos.
Léelos detenidamente imagínate que estas delante de muchas personas y estás diciendo esto en voz alta y todos te escuchan.
No te apresures a pasar rápidamente de uno al otro, trata de medir las consecuencias de cada paso y lo que ellos significan.
Finalmente medita claramente en los textos bíblicos que están al final de cada paso.
Los 7 pasos para la completa restauración
1. Admito que no tengo la capacidad de afrontar mi problema solo y necesito enderezar mis pasos con la ayuda y el poder de Dios. Isaías 41.13 , Salmo 40.2 – Mateo 5.3, 1 Samuel 2.9 ( Dejar el señorío propio)
2. Reconozco que solo el poder de Dios a través de Jesucristo puede enderezar mis pasos y hacerme una nueva criatura. Juan 10.10, Salmo 37.5 . Proverbios 3.5-6
3. Acepto la palabra de Dios como guía en todo aspecto mi vida, decido obedecerla incondicionalmente. Salmo 119.105 Juan 17.17 Lucas 6:46
4. Realizaré un detallado y sincero inventario moral de mi vida para reconocer la naturaleza exacta de mis faltas y pecado, tratando de así si es posible reparar el daño causado.1 Juan 1.9
5. Comenzaré sin desesperarme y aceptando la voluntad de Dios en todo, a dar pasos genuinos que me lleven a un cambio en mi comportamiento, carácter y forma de vida. Mateo 6.33, Efesios 4.22-25
6. Remplazaré los conceptos de la vida que me gobernaban antes por los nuevos que la palabra de Dios me marcan. Romanos 12.2-3 Efesios 2.2
7. Seré de testimonios a otros, para que así como yo he encontrado libertad otros también la encuentren. Hebreos 13.16
Autor
Pastor José Luis Malnis
Iglesia Latina Europa
Derechos reservados
http://devocionalescristianos.org/2013/05/7-pasos-para-la-restauracion-completa.html?awt_l=KMcFk&awt_m=3jC.mzjXJN072AP
3 de mayo de 2013
LA MIES ES MUCHA (EVANGELISMO)
Mateo 9: 37
La mies, o sea la COSECHA es aquella multitud de almas perdidas en este mundo que escuchan el Evangelio, y luego se dan cuenta que hay algo más que una existencia animal en esta presente vida: que oyen Las Buenas Nuevas, (El Evangelio), y responde a la oferta de vida eterna, así arrepintiéndose de sus pecados y aceptando a Cristo en su corazón, como su Salvador.
¿ESTO TE INCLUYE A TI? Los obreros en esta cosecha son los que siembran la semilla del Evangelio, y ayudan en traer otros a Cristo. NECESITAMOS OBREROS. Jesús dijo que pidiéramos al Señor de la Cosecha que mande obreros para sembrar la semilla del evangelio. Tu puedes hacer esto. No tienes que ser ministro; solamente un testigo fiel del Evangelio.
Finalmente, LA COSECHA representa el fin de este mundo cuando se dividirán las almas perdidas de las que son salvas, para que vayan a sus respectivos destinos eternales, o sea la felicidad del cielo, o una eternidad de vergüenza y castigo.
¿Estarás preparado? Falta poco.
Juan 3: 16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. Marcos 16 :17-18
Cuando la Biblia nos habla de creer en Dios, creer en Jesucristo y creer en Su Revelación (Palabra) no nos habla sólo en el sentido literal de conocimiento, sino más bien de confianza: de creerle a Dios.
Una forma de que un no creyente adquiera confianza en Dios, Jesucristo y Su Palabra es a través de nuestro testimonio. El testimonio de Jesús reflejaba a Dios en él, y de ello los que le creyeron y siguieron se dieron cuenta.
Hay estadísticas que se enseñan en seminarios de evangelismo o se discuten en las iglesias. En ellas se mide la cantidad de personas que perseveran después de dar el « paso de fe ». Los resultados son frustrantes; con suerte el 10% llega a crecer y madurar en el evangelio; el resto… se pierde. Las razones que se dan para ello son diversas.
Jesús dejó una Gran Comisión: una Tarea específica para que los que hemos elegido seguir Su Palabra:
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las *naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mt. 28:19-20).
Una tarea y una promesa. Jesús no escogió solamente a 12 hombres, cada día escoge, nos escoge a nosotros para que creamos en Él y divulguemos Su Doctrina.
El apóstol Pablo enseñaba a los cristianos de su época y a través de sus cartas, hoy a nosotros también: “sean imitadores de mí como yo de Cristo”.
Plena y absoluta dependencia y confianza en Dios nuestro Padre.
La confianza en Dios (creerle a Él) nos une como hermanos en la fe, como familia y como iglesia (Efesios 4 : 1-6).
Antes de que Jesús diera su vida por la humanidad, él oró al Padre y rogó por la unidad de los discípulos y por la unidad de los que creerían en Él, a través de la predicación de ellos. Esto es el garante para que el mundo sin Dios llegue a conocerle (Juan 17 :20-26).
Pienso que el éxito de nuestra evangelización depende más bien de qué y cómo estamos transmitiendo el mensaje. ¿Lo transmitimos teóricamente : « porque la Biblia lo dice » ó nuestros interlocutores están viendo lo que la Biblia dice en nuestro propio testimonio o estilo de vida?
Te invitamos a que juntos reflexionemos sobre La Gran Comisión (Evangelización) que Jesús nos ha encomendado, y de cómo la estamos obedeciendo y practicando.
3 de abril de 2013
LA SOBERBIA: UNA REFLEXIÓN
Hugo Tagle
www.reeditor.com
La soberbia es uno de los defectos más indignantes. Así lo dijo en una entrevista el entonces Cardenal Bergoglio, actual Papa Francisco, a poco de haber renunciado Benedicto XVI. Luego de estas semanas de pontificado, y tras algunas críticas peregrinas a su desempeño, vuelvo a pensar en su reflexión sobre este defecto tan humano como perverso. El afán de algunos de presentarse como los únicos dueños de la verdad, como aquellos que pueden decidir sobre lo que el otro haga, diga o no diga, está muy enquistado en el alma nacional.
“La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”, dice San Agustín. En efecto, la soberbia sabe pintarse de racionalidad, coherencia y buen tono. Pero no es más que cántaro vacío y estéril.
Abundan los soberbios. Y en el plano religioso son especialmente peligrosos. El creerse dueño de la verdad, no reconocer parte de ella en el otro, lleva a encerrarse, aislarse. Los soberbios buscan a sus pares, a quienes los adulen, les encuentren la razón. No porque la tengan. Al final, muchos asienten a lo que digan no porque lo valoren sino simplemente por evitarse problemas, por conveniencia.
La verdadera y auténtica fe lleva a la humildad, a reconocerse pecador, imperfecto. Nadie está libre de culpa. “Soy un gran pecador. Confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios, en el sufrimiento, acepto” fueron las palabras del cardenal Bergoglio al momento de aceptar el cargo de sucesor de Pedro. Quien se sabe regalado por Dios, reconoce instintívamente que todo es gratuidad, que no somos dignos de los dones recibidos, que todo es pura gracia divina.
No tenemos lo que poseemos por mérito propio. Incluso el esfuerzo en lo logrado, los conocimientos adquiridos, la ciencia de que disponemos, son regalo. Podríamos no tenerla, haber nacido en las antípodas. Es bueno contemplarse en aquel otro que ignoramos, que consideramos menos dotado: el guardia del estacionamiento, el mozo, la nana de la casa, el estafeta, el obrero de la construcción. Pudimos haber sido nosotros.
Misteriosamente nuestra vida siguió un itinerario distinto ¿Lo merezco? ¿me lo gané? La verdad es que no. Somos fruto de un esfuerzo y posibilidades regaladas. Y siempre administradores, nunca dueños. Hay que caminar por la vida con la actitud del deudor, de quien da gracias y no de quien exige. Los sabios y grandes hombres – los grandes de verdad - siempre resultan particularmente humildes por lo mismo: caen en la cuenta de que todo es don inmerecido. Y de que la vida es corta y frágil. Se vive mejor cuando se la vive así.
Hugo Tagle
twitter: @hugotagle
2 de marzo de 2013
NO TEMAS ORAR: ÉL TE ESCUCHARÁ
¿Alguna vez has tenido miedo de orar? ¿Tal vez la idea de acercarse a un Dios perfecto y poderoso te da miedo? Ten la seguridad. ¡Dios es infinitamente bueno también! Él te da la bienvenida a Sí mismo a través del sacrificio de Jesús. Comienza a orar diciendo: "Señor, buenos días, gracias por ser tan bueno. Tengo muchas ganas de conocerte más." ¡Que esta oración abra la puerta a compartir cada día con Dios!
MÁS INFORMACIÓN: http://bg4.me/Y8Bl8v
Los peligros de la oración
Publicado por antenamisionera.wordpress.com en julio 8, 2011
Por Patricia Paz (Elesalia)
Me llegó un correo electrónico invitándome a rezar por la paz, haciéndolo todos los días a la misma hora durante un minuto. Parece que durante la Segunda Guerra un consejero de Churchill hizo la misma invitación a los ingleses y pararon los bombardeos. Parece tan sencillo y cuesta tan poco dedicar un minuto por día a dicha convocatoria que creo que vale la pena intentarlo.
Pero, más allá de si creemos o no en los efectos milagrosos de la oración, me doy cuenta de que rezar es peligroso. Esto lo aprendí hace años, en la película “Tierra de Sombras” que relata la vida de C. S. Lewis. En un diálogo que éste mantiene con su obispo sobre si estaba rezando o no luego de la muerte de su esposa, Lewis responde: “no puedo evitar rezar, pero la oración no cambia a Dios, me cambia a mí”.
He meditado sobre esta frase muchas veces, dándome cuenta que cualquier oración tiene un enorme poder transformador. Por eso no dudo en el poder de la oración, sino dónde se ejerce dicho poder. Dejando de lado el tema de la energía, que me resulta nuevo y del cual prácticamente no sé nada, diría que disponernos a orar es disponernos a ser transformados. Por eso considero que es muy peligroso.
En el caso concreto de la invitación a orar por la paz, el poder de la oración sobre mí sería el de hacerme consciente de todas mis acciones contrarias a la paz. Pero no a la paz como algo abstracto, sino a lo concreto de las pequeñas cosas cotidianas. Al estado de mi corazón con respecto al mandamiento de amar a los enemigos, aunque también debería mirarme con respecto a los amigos que muchas veces son las víctimas de mi corazón no pacificado.
Arrancar de mi vida todas las cizañas que me impiden reconocer a Jesús en el otro, sobre todo en el diferente, es el desafío de orar por la paz. Y cuando oramos por los más necesitados, por los hambrientos, por los excluidos estamos orando para ser capaces de acciones concretas que ayuden a personas concretas a salir de su pobreza o exclusión.
Rezar no es, según creo yo, acudir a un Dios todopoderoso que va a intervenir desde afuera para arreglar los desaguisados que nosotros mismos inventamos, sino que es abrirnos a la Presencia que mora en cada uno de nosotros y en toda la creación, con la disponibilidad para ser transformados.
Menudo peligro el de abrir nuestras puertas, dejar que se desmoronen las paredes que nos construimos para protegernos de los demás.
“El Espíritu sopla donde quiere”, dice el Evangelio, y alguien dijo: “sopla donde le dejan”.
A dejarle soplar entonces, aunque se lleve con su viento nuestras comodidades, nuestras certezas, nuestras ideologías. Aunque nos deje desnudos frente a la vida con las únicas armas de la confianza, la libertad y el amor.
Aunque nos demos cuenta de que para que haya paz, o para que nadie pase hambre, ni frío, ni soledad tengo que “salir de mi tierra” y “hacerme prójimo” de los que parecen no tener ningún valor. De aquellos que considero una amenaza, ya sea por la inseguridad de la violencia que hoy estamos viviendo o porque con su sola presencia son como una espada que se clava en mi corazón y me pide a gritos que haga algo y me deja sintiéndome impotente. O me cierra aún más para no sufrir y sigo siendo la otra cara de la moneda de la violencia.
Dios actúa desde abajo y desde adentro, no desde arriba y desde afuera. Dios actúa a través mío y tuyo y hasta que no aceptemos esto no nos haremos responsables por las cosas que pasan en el mundo y que nosotros podríamos cambiar siendo de verdad discípulos de Jesús. Todos los que hoy tenemos “cinco panes y dos peces” tenemos la enorme responsabilidad de multiplicar y redistribuir los bienes para que nadie se quede sin sentarse a la mesa.
A rezar entonces, con entusiasmo y sin parar, pero dispuestos a conseguir aquello que pedimos con nuestras acciones concretas: “porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estaba desnudo, enfermo, preso… ¿Cuándo Señor? Os aseguro que cuando lo hicisteis por el más pequeño de mis hermanos, lo hicisteis conmigo”. (Mt 25, 35-40)
6 de octubre de 2011
EL PODER DE LA ORACIÓN
Nuestro tema es la oración cristiana. No simplemente oración, sino oración cristiana. En Lucas once, leemos, "Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando acabó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos." Para los cristianos, la oración debe ser tan natural como el llorar y respirar de un bebé recién nacido.
Oración es conversación con el Dios infinito, personal, y triuno. Oración es comunión con este Dios, comunión para la cual fuimos creados. Hay personas no cristianas que oran al sol, oran a la luna, oran a los árboles, oran al viento. Este tipo de oración, de acuerdo con la Biblia, es idolatría. Dios hace su voluntad a través de nuestra oración. Hay personas que preguntan: " Por qué debemos orar si sabemos que Dios a preordinado todas las cosas? Podemos contestar: "Dios es magnífico, y Dios es grande, y Dios es absolutamente soberano. Es por esto que la oración es extremadamente importante. Si la voluntad de Dios puede ser comparada a un círculo, entonces todas nuestras oraciones tienen que estar dentro de este círculo, o sea, de acuerdo con la expresa voluntad de Dios. Usted no puede orar afuera del círculo de revelación divina.
En Juan, capítulo quince, versículo siete leemos: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho." Se dan cuenta entonces que la oración debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios que nos ha sido revelada. El mismo Jesucristo nos indica que la oración es tan potente que puede hacer huir hasta al más poderoso de los demonios del infierno. (San Marcos 9, 16-29) Es evidente que hay una desproporción entre el inmenso valor que tiene una oración, y el escaso aprecio que le concedemos. Jesús nos dice: Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis. (San Mateo 21, 22) Jesucristo oraba mucho, incluso noches enteras. (San Lucas 6, 12) La oración es tan importante, primero, porque Dios nos ha mandado que oremos. Es por medio de nuestra oración que Dios provee cuando necesitamos. Hay un Diablo que se opone a todo cristiano. En la Primera de Pedro, capítulo cinco, comenzando con el versículo ocho, San Pedro nos dice, "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el Diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar, al cual resistid firmes en la fe."
Así es que otra razón por la cual hay que orar, es que hay un Diablo que constantemente está tratando de derrotarnos y devorarnos. La gente de Dios orará y recibirá poder divino e iluminación para resistir al Diablo por medio de la sangre de Jesucristo. Jesucristo mismo, Dios encarnado, el hijo de Dios, siempre oraba. Normalmente Jesús se levantaba muy temprano por la mañana, iba a una parte solitaria y oraba. Lo vemos orando a través de toda su vida. Lo vemos orando en el Jardín de Getsemaní. Lo vemos orando en la cruz cuando estaba muriendo. Por lo tanto, para Jesús la oración era normal, como respirar. El tenía una constante comunión con su Padre Celestial, los apóstoles oraron y nos enseñaron a orar. Especialmente cuando leemos el libro de Hechos, encontramos a los apóstoles orando continuamente. En Hechos, capítulo seis, versículo cuatro Pedro dice, "Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra."
Los apóstoles fueron bien instruidos por nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La oración es muy, muy difícil. Es un ejercicio muy difícil. Podemos venir a la iglesia fácilmente. Podemos leer la Biblia fácilmente. Podemos escuchar sermones fácilmente. Podemos hacer muchas, muchas cosas con mayor facilidad que acudir a Dios y orar. ¿Por qué? Porque somos pecadores, y porque hay un demonio que nos opone. El Diablo odia cuando nos arrodillamos y oramos, sin quedarnos dormidos, a El Dios todopoderoso. Cuando oramos, nosotros sabemos que lo hacemos porque el Espíritu Santo ha generado adentro de nosotros un gran deseo de orar. Cuando oramos, Dios produce y hace nacer en nosotros el deseo urgente de comunicarnos con Dios, y de permanecer con El. La oración es normalmente dirigida a Dios Padre. Puede también ser dirigida a Dios Hijo, o a Dios Espíritu Santo, pero normalmente la oración es dirigida a Dios Padre. En Mateo, capítulo 6, versículo nueve, Jesucristo nos dice en la oración que El mismo nos enseñó: "Vosotros, pues oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos". De manera que la oración debe ser dirigida a Dios Padre, quien es la primera persona de la Sagrada Trinidad. Ahora, Dios Padre es su padre, y a El le gusta mucho oír sus oraciones.
A El le gusta mucho verlo, o verla. No debemos pensar que Dios Padre es severo y transcendente y que está lejos de nosotros. Cómo podemos entonces, siendo pecadores, acercarnos de alguna manera a Dios Padre? Lo hacemos por medio de Jesucristo. La verdad es que Dios Padre nos amó desde toda eternidad y que fue El quien planeó nuestra salvación. Esto significa que debemos dirigirnos a Dios por medio de la obra de Jesucristo, por medio de su sangre. Jesucristo dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie vendrá al Padre excepto por medio de mí." Es, entonces, a través de Jesucristo, que venimos al Padre.
Finalmente, tenemos que estar conscientes de que venimos a Jesucristo también por el Espíritu Santo. Leamos Efesios, capítulo dos, versículo 8 y Romanos , capítulo ocho, versículo quince. Dios nos ha dado el Espíritu de adopción por el cual lloramos "Abba, Padre". La oración la ofrecemos al Padre a través de Jesucristo, por medio del Espíritu Santo, quien Dios nos ha dado. La oración es siempre un don de Dios que sale al encuentro del hombre. La oración cristiana es relación personal y viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo, que habita en sus corazones. Abraham es un modelo de oración porque camina en la presencia de Dios, le escucha y obedece. La oración de Moisés es modelo de la oración contemplativa: Dios, que llama a Moisés desde la zarza ardiente, conversa frecuente y largamente con él “cara a cara, como habla un hombre con su amigo” (Ex 33, 11).
El Evangelio muestra frecuentemente a Jesús en oración. Lo vemos retirarse en soledad, con preferencia durante la noche; ora antes de los momentos decisivos de su misión o de la misión de sus apóstoles. De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues está en constante comunión de amor con el Padre.
La oración de Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní y sus últimas palabras en la Cruz revelan la profundidad de su oración filial: Jesús lleva a cumplimiento el designio amoroso del Padre, y toma sobre sí todas las angustias de la humanidad, todas las súplicas e intercesiones de la historia de la salvación; las presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.
La oración de petición puede adoptar diversas formas: petición de perdón o también súplica humilde y confiada por todas nuestras necesidades espirituales y materiales; pero la primera realidad a que debemos aspirar es a la implantación del Reino.
(Tomado de Blesspod.com/ Galo Molina, Octubre 2011)
28 de julio de 2011
LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA
Florece la flor del cactus hermosamente Más allá de la espina en la carne la belleza espera netamente. Julio/Agosto 2011
La espiritualidad Cristiana José M. Martínez
Pocos conceptos son tan ricos como el de espiritualidad. Y tan expuestos a confusión. Si formulásemos una pregunta acerca de su significado, podrían darse las respuestas más diversas, algunas de ellas generadoras de problemas en la fe de determinados creyentes e incluso en la vida comunitaria de más de una iglesia. Conviene, pues, aclarar ideas, sin renunciar a los grandes beneficios que una auténtica espiritualidad cristiana comporta.
Quizás, en primer lugar, conviene hacer notar que la preocupación por la dimensión espiritual de la vida no es exclusiva del cristianismo. Distingue a las religiones e ideologías orientales que, en su concepción y práctica de la espiritualidad, habrían de hacer sonrojar al mundo occidental, dominado por el más crudo materialismo. Para los hindúes, por ejemplo, la oración es la actividad más importante de la vida. Y para las otras grandes religiones de Oriente (budismo, zoroastrismo y otras de la China y el Japón), el ascetismo y la vida contemplativa son esenciales. Pero al mismo tiempo podemos afirmar que en ninguna religión humana se hallan fuentes de espiritualidad tan ricas como en la fe y la experiencia cristianas.
La espiritualidad bíblica
Según la enseñanza bíblica, la verdadera riqueza de un ser humano no depende de la abundancia de bienes materiales, sino de que sea «rico para con Dios»
(HTMLBibleLink('Lc','12:21')). La comida, la bebida, el vestido son «añadiduras» a lo esencial de la vida humana; lo primordial es «el reino de Dios y su justicia» (HTMLBibleLink('Mt','6:33')), pues ese reino es «justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo» (HTMLBibleLink('Ro','14:17')). Por el conocimiento de Cristo, el creyente piensa que todas las demás cosas pueden ser consideradas como «pérdida», tan despreciables como la «basura» (HTMLBibleLink('Fil','3:8')). En Cristo ha sido hecho hijo adoptivo de Dios, con quien puede vivir en gozosa comunión. Esta comunión halla sus formas de realización en la lectura de la Palabra de Dios, en la oración, en el culto, en la comunión fraternal y en el servicio que nace del amor. En todo esto consiste esencialmente la espiritualidad cristiana, sin que excluya hasta cierto punto -dentro de unos límites- el elemento contemplativo y determinadas formas de ascetismo. En este modo de vivir la piedad participan la mente, los sentimientos y la voluntad; se asocian el entendimiento, el corazón y la acción. La espiritualidad así entendida es un imperativo para el cristiano. Equivale a la madurez que se espera de los discípulos de Cristo (HTMLBibleLink('Heb','6:1')) y constituye el mejor antídoto contra los males causados por la carnalidad. El cristiano carnal es egocéntrico -a veces hasta el extremo de la egolatría- y su egocentrismo engendra los pecados más dañinos, tanto en su propia vida como en la de la iglesia. Téngase presente el patético cuadro descrito en HTMLBibleLink('1Co','1:10-12') y HTMLBibleLink('1Co','3:1-18'). En modo alguno puede un creyente conformarse con ser un «cristiano carnal», como si el cristianismo auténtico y la carnalidad fuesen compatibles.
Ser cristiano implica sometimiento pleno al señorío de Cristo, lo que equivale a un tajo profundo en las raíces de los propios criterios, de la exaltación personal y la autocomplacencia. Así la espiritualidad deja de ser una opción voluntaria para cristianos de primera. Es un deber para cuantos invocan a Cristo diciendo: «Señor, Señor». Dicho esto, volvamos a lo antes expuesto, la necesidad de que la espiritualidad sea completa, en adecuado equilibrio de entendimiento, sentimientos y acción. Cuando alguno de estos elementos desaparece o se debilita, la espiritualidad queda empobrecida, por lo que para muchos creyentes resulta insatisfactoria. Ello explica las sanas reacciones que a lo largo de la historia se han producido cuando la espiritualidad se ha vaciado de contenido vital y sólo ha conservado formas (dogmáticas, litúrgicas, legalistas o de cualquier otro tipo).
Puede servirnos de ejemplo el movimiento pietista en Alemania (siglo XVII) con su denuncia de la esterilidad espiritual a que había llegado la fría ortodoxia del protestantismo luterano. O el movimiento metodista en la iglesia anglicana del siglo XVIII. Los peligros de la superespiritualidad Ha sucedido, sin embargo, que muchos cristianos han parecido no tener suficiente con una espiritualidad «normal», bíblica, equilibrada. No conformándose con ser espirituales, han pretendido ser «superespirituales» y se han empeñado en ser más puros que los demás, más fervorosos, más fieles a la Palabra, De estos movimientos de superespirítualidad también hallamos ejemplos en la historia. Conoció alguno de ellos el judaismo postexílico. Los jasideos (heb. Hasidim = santos o piadosos), empeñados en luchar contra la helenización del judaismo y mantener la observancia de la ley judaica, cayeron en una religiosidad meramente externa, con escasa o nula piedad interior. De ese grupo surgió la secta de los fariseos.
En la iglesia cristiana de los primeros siglos también hubo quienes reaccionaron contra errores o debilidades bastante extendidos, pero, en movimiento pendular, cayeron en otros errores no menos deplorables. Recuérdense el donatismo y el montanismo. En la Edad Media, el movimiento de los cátaros (del griego = puros, perfectos) tuvo mucho de positivo, pero, al parecer, cayeron en errores gnósticos y maniqueos. En su afán de pureza, llegaron a condenar la posesión de bienes terrenales y las relaciones sexuales incluso dentro del matrimonio; sólo mediante una renuncia al mundo se podía ingresar en su iglesia, fuera de la cual no había salvación.
En días de la Reforma, los movimientos radicales tuvieron muchos aspectos loables, pero también asumieron en algunos puntos posturas extremas que desacreditaron el testimonio cristiano. En tiempos más recientes, algunos movimientos de «renovación», pese a lo noble de sus propósitos y de algunos de sus énfasis, han sido causa de problemas en muchos lugares al tratar de imponer su teología y formas de culto como superiores en espiritualidad a las de las iglesias más tradicionales. (Siga leyendo en la web pensamientocristiano.com)
16 de abril de 2010
SOBRE PENTECOSTALISMO (ESPÍRITU SANTO, DON DE DIOS PARA LOS HOMBRES)
La palabra Pentecostal es un título que ha tomado prominencia en los círculos cristianos últimamente. ¿Qué es Pentecostal? Es un derivado nominal de la palabra "pentecostés" que se halla en la Biblia en: ..... Hechos 2:1; 20:16; 1ª Corintios. 16:8 Solamente quiere decir "cincuenta" en hebreo. Era el nombre dado a una de las fiestas de los judíos, una fiesta de agradecimiento donde se presentaban las primicias de la cosecha a Dios. Se llamaba "pentecostés" porque era justamente 50 días después de la pascua - Levíticos 23:15 Pero, en el Nuevo Testamento esta palabra cobra valor puesto que en ese día, fue el que Dios escogió derramar por primera vez el Espíritu Santo. ¡En ese día nació la Iglesia, es el natalicio de la Iglesia!
La palabra Pentecostal es descriptiva de aquellos que afirman haber recibido el bautismo del Espíritu Santo como en ese día: con la señal inicial de hablar en otras lenguas. Decir: "Soy pentecostal", es decir: "Yo me identifico con lo que ocurrió en el Día de Pentecostés y creo lo que allí y entonces creyeron. Tengo la misma experiencia del Espíritu Santo (con la señal inicial de hablar en otras lenguas) como lo recibieron los apóstoles allí"
La experiencia del Espíritu Santo es para todo aquel que cree en el Señor Jesucristo en esta Dispensación de la Iglesia que precisamente nació en el Día de Pentecostés. Pero, ¿es eso todo? ¿Será que solo se hablo del Espíritu Santo en ese día? En otras palabras: ¿quiénes son los verdaderos Pentecostales? Si alguien va a decir que es Pentecostal no solo debe aceptar parte de lo proclamado en ese día, ¡sino TODO! El bautismo en el Nombre de Jesús. Y ¿qué es lo que se proclamó? Bueno, además de la experiencia del Espíritu Santo, también fue la primera vez en que se proclamó claramente el bautismo en el nombre de Jesús.
A sólo diez días de haber ascendido el Señor Jesucristo, inspirado por el Espíritu Santo que acababa de recibir, el apóstol Pedro se levantó ante toda Jerusalén para decirles: “Arrepentíos, y bautícese, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” Hechos 2:38 No sólo fue en el Día de Pentecostés que se habló de bautizar en el Nombre de Jesús, sino que a partir de ese momento, todos los casos de bautismo en agua fueron en el Nombre de Jesucristo. Y aún, cualquier referencia en las Epístolas, también era en el Nombre de Jesús.
Por lo tanto, todo verdadero Pentecostal debe bautizar y ser bautizado en el nombre de Jesucristo. ¿Lo has hecho tú? El Señorío de Jesús: Además fue también en ese día cuando se declaró el Señorío total de Jesucristo, al decir Pedro: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a éste Jesús, a quien vosotros habéis crucificado, Dios ha hecho Señor y Cristo” Hechos 2:36 La doctrina de los apóstoles. También leemos en Hechos 2:42 que ellos "perseveraban en la doctrina de los apóstoles" La fe de los apóstoles era la fe de todos. Así que, Pentecostales son definitivamente apostólicos en su creencia y doctrina. Y así nos dice la Biblia luego que debemos nosotros creer: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo” Efesios 2:20 ¿Has obedecido el mandato de Pentecostés? ¡Así nació la Iglesia! ¿Has tenido o recibido la misma experiencia de Pentecostés? ¡Ese es el patrón que Dios ha dejado para toda esta dispensación!
3 de abril de 2010
LA LIBERTAD QUE OFRECE EL CRISTIANISMO
16 de abril de 2009
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